En más de 20 países –Chile, China, Líbano, Colombia, Irak, Argelia, Francia…– la noticia central de 2019 ha sido la protesta social. Pese a sus diversas razones y situaciones nacionales, en todos ellos hubo un denominador común: la defensa de los derechos sociales o de ‘nueva generación’.

La muerte de 13 militares franceses en un choque de helicópteros es una clara prueba de la peligrosidad de su misión en el Sahel.

La renuncia del primer ministro de Malta, Joseph Muscat, tras la implicación de algunos colaboradores en el asesinato de la periodista Daphne Caruana, quien investigaba casos de corrupción en la isla mediterránea, y el protagonismo de bancos nórdicos en escándalos de lavado de dinero en Estonia, han hecho inevitable la prioridad de la nueva Comisión Europea para luchar contra la opacidad del sistema financiero comunitario.

La estrecha victoria del conservador Luis Lacalle Pou (48,87%) en la segunda vuelta de las elecciones del 24 de noviembre frente a Daniel Martínez (47,35%), candidato del Frente Amplio (FA), que gobernaba el país desde 2004, ha sido un revés más para la izquierda regional, que esperaba que el triunfo peronista en Argentina, la liberación de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil y las revueltas en Chile reverdecieran sus marchitos laureles.