AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 47

Migraciones en Libia

Entrevista con Frida ben Attia
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“Al bloquear a los inmigrantes en los países de tránsito, la fortaleza europea protege sus fronteras y se desentiende de la situación geopolítica de la región”.

Entrevista con Frida ben Attia por Xavier Aragall.

Frida ben Attia es psicóloga clínica de formación y actualmente investiga el traumatismo del exilio. Trabajó en el campo de tránsito de Chucha con los refugiados de la revolución libia de 2011 y es coordinadora de proyecto en el departamento de inmigración del Foro Tunecino en Favor de los Derechos Económicos y Sociales (que se centra en los derechos de los inmigrantes en Túnez y en la cuestión de los tunecinos desaparecidos). El foro ha participado activamente en la elaboración del informe “Libia: acabar con la persecución de los inmigrantes”, editado por la Federación Internacional de las Ligas de Derechos Humanos (FIDH).

afkar/ideas: Antes de la caída del régimen de Gadafi, ¿cuál era la situación de las migraciones en Libia?

Frida ben Attia: Antes de la guerra, Libia era un país de inmigración por excelencia. La mano de obra extranjera era un pilar de la economía en la época de Gadafi. Se calculaba que el número de trabajadores extranjeros era de dos millones, o incluso más. La historia de Libia está marcada sobre todo por las migraciones transaharianas, acentuadas por un mercado de trabajo con una necesidad inminente de mano de obra. Sin embargo, en la década de los noventa se produjo un cambio importante en el origen de esos flujos de inmigración. A raíz del embargo internacional, el país registró un flujo de inmigrantes procedentes de Chad, Níger, Sudán y Mali, pero también de Egipto y Túnez. La inmigración de trabajo reflejaba una opción política gadafiana bien adaptada a su diplomacia cambiante…

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