POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 128

Política fiscal, desarrollo y democracia en América Latina

Ángel Alonso Arroba y Javier Santiso
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Más allá de su papel estabilizador y dinamizador en momentos de crisis, la fiscalidad es crucial a la hora de legitimar los sistemas democráticos. Latinoamérica tiene aún pendiente la reforma de un instrumento fundamental en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. 

La crisis económica está devolviendo la política fiscal al centro del debate público. Junto con las clásicas medidas en el frente de la política monetaria, los gobiernos de todo el mundo han respondido a la desaceleración económica –a veces incluso recesión– y a la contracción crediticia con medidas fiscales destinadas a potenciar la demanda agregada. Por un lado, se pretende reactivar el consumo privado rebajando la carga tributaria o través de devoluciones o reembolsos fiscales. Por otra, el Estado se perfila en muchos casos como principal motor para tirar del carro económico mediante el aumento del gasto público, en particular en infraestructuras. El propio Fondo Monetario Internacional (FMI), con ocasión de la primera reunión del G-20 en Washington el 15 de noviembre de 2008 para atajar la crisis, estimó que el gasto conjunto de las principales economías del planeta –Norteamérica, la Unión Europea y los grandes emergentes– debía llegar como mínimo al dos por cien del PIB mundial.

América Latina, como se ha demostrado en los últimos seis meses, no es ajena a los efectos devastadores de la crisis, ni tampoco a la reactivación de la fiscalidad como herramienta contracíclica para combatirla. La inversión ha caído en la región, y también las exportaciones, factores que unidos a la bajada en el precio de muchas de las materias primas latinoamericanas POLÍTICA EXTERIOR, núm. 128. Marzo / Abril 2009 auguran un crecimiento anual en 2009 por debajo del dos por cien, menos de la mitad del registrado en 2008, según el balance preliminar de las economías de América Latina…

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