POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 109

Señales contradictorias en Europa

Editorial
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Abrimos el primer número de 2006 con un artículo que nos ha desconcertado, también fascinado: dos grandes especialistas norteamericanos describen las amenazas que acechan no sólo a los humanos. Ciertas enfermedades infecciosas tienen, a veces, muy superior significado informativo al de una crisis política en Italia o una elección en México. Un artículo de POLÍTICA EXTERIOR debe enseñar, apasionar en ocasiones, incitar siempre al ejercicio del pensamiento. También son una incitación los trabajos del general Ricardo Martínez Isidoro y del académico francés Dominique Moïsi. Otras contribuciones, la periódica de Jaime Ojeda desde Washington, la de José Enrique de Ayala, o la de Gema Martín Muñoz sobre Irak sirven a esa doble perspectiva: la pura y dura actualidad, el interés permanente.

Nos proponemos seguir asuntos de interés para el lector español: así, el estudio sobre multinacionales del profesor Mauro F. Guillén o, en paralelo, el análisis que, otro colaborador habitual de nuestra revista, Luis Esteban González Manrique, hace sobre el año que comienza en América Latina, donde 13 países elegirán nuevos gobiernos. El trabajo del profesor Sánchez Ron sobre Darwin y el Diseño Inteligente es otra prueba del equilibrio entre lo que es por sí mismo efímero frente a asuntos más permanentes.

El 2005 ha sido un mal año para Europa. Un mal año para Estados Unidos y para los países occidentales en general. Un mal año para el mundo árabe e islámico. Aparentemente no ha sido un mal año para los grandes estados orientales. Japón mantiene su recuperación, India su avance, China su increíble crecimiento. Pero la República Popular tiene en suspenso a sus observadores, quienes en su mayoría no creen que esa enorme extensión territorial, con 1.300 millones de habitantes, pueda moverse al viejo estilo, sin alguna clase de contrato social entre gobernantes (el partido único) y la proteica…

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