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#HablamosDeEuropa: Croacia, un socio fiable para tiempos inciertos

Para los croatas, la adhesión a la Unión Europea significó el regreso a una familia a la que siempre han pertenecido después de la devastadora guerra de la primera mitad de los años noventa. Hoy, el país tiene en el horizonte dos metas clave: el ingreso en la zona euro y en el espacio Schengen. Lo primero se materializa el 1 de enero de 2023.
Nives Malenica
 |  31 de octubre de 2022

Para los ciudadanos croatas, la adhesión a la Unión Europea significó el regreso a una familia a la que siempre hemos pertenecido. Después de la agresión serbia y la devastadora guerra de la primera mitad de los años noventa, el ingreso de Croacia en la UE tuvo un significado de “fin de trayecto” hacia la emancipación, la independencia y la paz, así como la apertura de un nuevo camino hacia la prosperidad.

A lo largo de un exigente proceso de negociaciones para la adhesión, que demostraron su poder transformador sobre toda la sociedad y la economía del país, Croacia y sus ciudadanos tuvieron la oportunidad de realmente sentir y vivir el proyecto europeo. Desde entonces, la adhesión a la UE ha brindado a los croatas la oportunidad de participar equitativamente en el mercado único europeo, en la libre circulación de bienes, servicios, mano de obra y capital, en el flujo de inversiones y nuevas tecnologías. El acceso a los fondos estructurales ha impulsado el desarrollo equilibrado de las regiones del país, la modernización de la agricultura, la preservación del medioambiente, el desarrollo de infraestructuras y una educación de mayor calidad.

Por todas estas razones, a las que se suma la pertenencia a una comunidad que comparte los mismos valores, los ciudadanos croatas apoyan con firmeza el proyecto europeo. En un momento de grandes desafíos, tanto para la comunidad internacional como para la UE, este apoyo nunca ha sido tan decisivo. La invasión rusa a Ucrania y las consecuencias derivadas del conflicto muestran con claridad la importancia que tiene la unidad europea y el saber encontrar soluciones comunitarias. En este sentido, Croacia desempeña un papel de socio constructivo y de confianza.

El futuro del proyecto europeo en gran medida depende del apoyo y aprobación de los ciudadanos europeos, por lo que es de vital importancia poner más atención a la comunicación con la ciudadanía, en especial los jóvenes. Croacia apoya firmemente y reitera la importancia del trabajo de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, cuyo desarrollo y gestión es competencia de la vicepresidenta de la Comisión Europea, la comisaria croata Dubravka Šuica. Una de las sesiones de la Conferencia, organizada junto a España (el Foro de Organizaciones Juveniles del Adriático y del Jónico) y en la que participó Šuica junto al entonces Secretario de Estado para la UE y hoy embajador español en Zagreb, Juan González-Barba, tuvo lugar en Dubrovnik el año pasado.

 

Euro y Schengen, en el horizonte cercano

Hoy, el país tiene el horizonte dos metas clave: el ingreso en la zona euro y en el espacio Schengen.

El 1 de enero de 2023, Croacia entrará en la zona euro. La economía croata será más competitiva y se creará u incentivo adicional para el comercio y la inversión internacionales. Se espera un efecto positivo en el crecimiento del PIB, el empleo y los salarios, que finamente se reflejará en un aumento de nivel de vida de los ciudadanos croatas. Somos conscientes de que la introducción del euro no garantiza por sí misma una prosperidad económica. El crecimiento sostenible de los ingresos reales de los ciudadanos solo puede lograrse mediante una política económica responsable y reformas que fomenten la inversión y un espíritu emprendedor. Con la introducción del euro, sin embargo, la economía croata será más resistente a posibles crisis financieras, ya que el país, como miembro de la eurozona, podrá contar con instrumentos financieros adicionales del Banco Central Europeo y del Mecanismo Europeo de Estabilidad. Uno de los beneficios más significativos, sobre todo para los ciudadanos, será la eliminación del riesgo vinculado al tipo de cambio. En el contexto de la coyuntura económica actual, a Croacia le conviene estar debajo del paraguas de la zona euro porque tendrá condiciones de financiación más favorables y una mayor resiliencia ante posibles crisis.

La semana pasada, la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos Interiores del Parlamento Europeo dio visto bueno para la entrada de Croacia al Espacio Schengen. Una vez tengamos la aprobación del Parlamento y finalmente del Consejo, esperamos que, Croacia desde el 1 de enero del 2023, hará parte del Espacio Schengen y, junto con el cambio de la moneda nacional al Euro, habrá finalizado su integración “completa” a la UE.

 

Transformación mutua

Durante el proceso de adhesión a la UE, Croacia pasó por un proceso muy exigente e hizo reformas importantes, algo que transformó profundamente el país. Además, la metodología de las negociaciones en sí fue más compleja que en anteriores ocasiones, sobre todo debido a los criterios adoptados para abrir los capítulos de la negociación. Esta comenzó en 2005 y concluyó formalmente en 2011 con la firma del Acuerdo de Adhesión, que entró en vigor el 1 de julio de 2013.

Hay que destacar que los cambios no fueron fáciles. El gobierno croata emprendió una campaña informativa constante sobre la UE, para que los ciudadanos pudieran tomar una decisión bien informada y cualificada sobre la adhesión. El referéndum celebrado entonces mostró el apoyo del 66% de votantes a la adhesión.

¿Y viceversa: cómo ha transformado Croacia a la UE? Podemos decir que el país aportó sus riquezas naturales, su potencial económico, en especial el turístico, su mano de obra cualificada, el potencial innovador y su entusiasmo.

 

«La pandemia del Covid-19 convirtió a la croata en la primera presidencia telemática y digitalizada del Consejo de la UE»

 

Asimismo, hay que destacar la actividad de Croacia dentro de las instituciones de la UE. A pesar de que somos un Estado miembro joven y construimos nuestra experiencia a diario a través de nuestra contribución en todas las iniciativas en marcha, me gustaría señalar en particular la primera presidencia croata del Consejo de la UE, en la primera mitad de 2020, en las circunstancias específicas del brote de la pandemia del Covid-19, que convirtió a la croata en la primera presidencia telemática y digitalizada.

En ese período de desafíos, la presidencia croata potenció las soluciones de la UE para la respuesta política integrada a las situaciones de crisis (IPCR – Integrated Political Crisis mechanism) hasta su plena activación por primera vez, lo que permitió a la Unión coordinar acciones e intercambio de información y fue un instrumento clave para emprender una respuesta común a los numerosos retos de la pandemia.

En la actual crisis energética y búsqueda de soluciones para diversificar las fuentes de energía y evitar la dependencia del gas ruso, Croacia trabaja en el aumento de la capacidad de importación de su planta para gas natural licuado en Omišalj, en la isla de Krk, con el objetivo de conseguir niveles superiores al consumo anual del país. El gobierno también tiene como objetivo expandir la capacidad de energía solar y duplicar la de eólica. Además, trabaja en actualizaciones regulatorias y de red para permitir que el país pueda producir más energía renovable y exportarla a otros países de la Unión.

 

Visión de futuro

Hace ya unos 70 años que reinan la paz, la estabilidad y la prosperidad en la Unión. En este período se invirtió mucho esfuerzo en la construcción de la integración, la promoción de los valores de la democracia y el respeto del Derecho Internacional, que son el marco de entendimiento y actuación de los Estados miembros y sus ciudadanos.

Es clave mantener la unidad europea ahora y en el futuro, a pesar de todos los desafíos a los que nos enfrentamos. La agresión rusa a Ucrania ha demostrado lo importante que es poder actuar de forma unida ante amenazas y crisis.

Hablar del futuro de la UE no es posible sin abordar el asunto de la ampliación. Croacia es partidaria de la misma y destaca en todos los foros su experiencia positiva y plena convicción de que este es el único camino correcto para el desarrollo de nuestros países vecinos y la estabilidad de la región del sureste de Europa. Así, Croacia apoya la ampliación siempre y cuando los países aspirantes cumplan con todos los requisitos y criterios para la adhesión. En ese contexto, Croacia también apoya la iniciativa francesa para la creación de una Comunidad Política Europea, pero siempre teniendo en cuenta que ese foro no debería sustituir la ampliación de la UE.

En paralelo, la UE continúa desarrollando su política hacia otros tres actores globales: Estados Unidos, Rusia y China. La profundización y fortalecimiento de las relaciones con EEUU es muy importante, sobre todo en el marco de la OTAN, pero la autonomía estratégica de la UE es también un concepto imprescindible, pues posibilita a la UE actuar independientemente contra las amenazas, en el caso de que fuera necesario. En este contexto, la Brújula Estratégica, con sus cuatro pilares –juntar fuerzas contra amenazas comunes; actuación rápida y decidida en situaciones de crisis; inversión en capacidades y tecnologías, y garantizar la seguridad frente de las amenazas y protección de los ciudadanos–, es para Croacia un instrumento muy importante.

La situación actual en Ucrania va a definir las relaciones de la UE con Rusia por un tiempo largo y en este contexto es de suma importancia que la UE, por una parte, continúe con su apoyo a Ucrania, y, por otra, impulse todas sus actividades para conseguir la “independencia energética” de Rusia. Tomando en cuenta la historia reciente de Croacia y su experiencia, creo que es importante mostrar que las fronteras no se pueden cambiar por la fuerza y que las reglas del Derecho Internacional deben ser respetadas para evitar en el futuro una conducta similar.

En el caso de China, hay un gran potencial para la cooperación, especialmente en el ámbito económico, pero siempre evitando incurrir en una situación de dependencia, en ninguno de los sentidos.

Naturalmente, la UE tiene que seguir desarrollando las relaciones con otras regiones del mundo, como América Latina, África y Oriente Próximo. En este contexto, América Latina tiene un significado especial para Crocia, pues en el continente vive una diáspora significativa (600.000 personas de descendencia croata) y por ello comparte el interés con España de ampliar y profundizar las relaciones de la UE con dicha región.

 

España y Croacia, dos países que se acercan

Me es grato destacar que la dinámica de las relaciones bilaterales con España se ha intensificado de manera significativa en los últimos tres años, lo que se manifiesta, sobre todo, en el aumento del número de visitas bilaterales de alto nivel.

Durante 2021, Pedro Sánchez visitó Croacia, en la primera visita de un presidente del gobierno español desde el establecimiento de relaciones diplomáticas 30 años atrás. En 2022, España recibió la visita oficial del presidente del gobierno croata, Andrej Plenković, y del presidente del Parlamento, Gordan Jandroković, en el marco de la celebración del Foro Parlamentario España-Croacia. Para 2023, esperamos la visita de la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet a Zagreb. Por su parte, el presidente de la República de Croacia, Zoran Milanović, participó en la Cumbre de la OTAN el pasado junio en Madrid y esperamos poder organizar su visita oficial bilateral a España en el transcurso de 2023. A ello se suma la visita a Croacia, en mayo de este año, del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Y en breve esperamos con mucha ilusión Zagreb la visita oficial a Zagreb del rey Felipe VI y la reina Letizia.

A todo ello hay que añadir las visitas oficiales y de trabajo de varios ministros. Desde 2019, además, los ministerios de Asuntos Exteriores de España y Croacia han establecido un mecanismo de consultas políticas anuales.

Del mismo modo, se está desarrollando la cooperación entre distintos sectores, desde el turismo, la educación, la ciencia, transporte y la cultura, así como la cooperación a nivel regional, lo que es un claro indicador del acercamiento de los dos países y sus sociedades. En el ámbito del comercio y de la inversión, todavía existen oportunidades para una cooperación más estrecha y la profundización del conocimiento mutuo.

Quisiera destacar el proyecto conjunto de cooperación en el ámbito de la energía de fusión que forma parte de la gran iniciativa internacional que pretende conseguir un nuevo modelo de energía basada en la fusión nuclear. En marzo de este año se firmó la declaración conjunta entre la ministra de Ciencia e Innovación de España, Diana Morant, y el ministro de Ciencia y Educación de Croacia, Radovan Fuchs, para reforzar la colaboración entre los dos países en el proyecto de construcción de la Infraestructura de Investigación International del proyecto IFMIF-Dones (Fusion Materials Irradiation Facility-Demo Oriented Neutron Source). La firma de esta declaración recoge una serie de medidas para impulsar la cooperación en el ámbito de la energía de fusión, y pronto se firmará el memorando de entendimiento entre los gobiernos de España y Croacia, inicio de una colaboración a largo plazo en el ámbito científico e industrial.

En suma, España y Croacia comparten valores y retos comunes y, como dos países unidos por el vínculo mediterráneo, pueden contribuir significativamente a la idea de una UE más grande, más fuerte y más próspera.

Croacia, por su parte, agradece a España su apoyo constante en su camino de acercamiento y de adhesión a las integraciones internacionales, especialmente a la UE, la zona euro y el espacio Schengen, pero también a la OCDE.

 

Presidencia decisiva

Teniendo en cuenta la situación actual en Europa, provocada por la agresión de Rusia a Ucrania, en mi opinión, el principal reto de España durante su presidencia del Consejo de la UE será mantener la unidad de la Unión frente al impacto y las consecuencias del conflicto bélico. Todos deseamos que la guerra termine y Ucrania recupere sus territorios ocupados lo antes posible, pero, lamentablemente, las consecuencias de la guerra seguirán, con fuerza, durante 2023. Además de las consecuencias geopolíticas y en materia de defensa, hay que tener muy en cuenta los retos económicos y sociales. Conseguir la autonomía estratégica de la UE y al mismo tiempo potenciar la apertura comercial, junto con cuestiones en materia energética y medioambiental, son dosieres en los que la Unión, durante la presidencia española, hará importantes avances, estoy convencida.

Este artículo se publica en el marco de la iniciativa Hablamos de Europa, organizada por la Secretaría de Estado de la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europa y Cooperación.

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