Cooperación al desarrollo e infancia: los riesgos del ajuste

 |  9 de mayo de 2013

 

Política Exterior ha llegado a un acuerdo con Unicef España para publicar una serie de artículos que aborden la cuestión de la cooperación al desarrollo y la infancia. Reducir en dos terceras partes para 2015 la mortalidad infantil es el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de Naciones Unidas. En las últimas dos décadas el número de muertes de niños menores de cinco años ha disminuido de los casi 12 millones de 1990 a los menos de siete millones de 2011. En la actualidad, unos 14.000 niños menos mueren cada día que hace dos décadas. La tarea sigue siendo, no obstante, excepcional.

El primer artículo de la serie, «Acabar con la desnutrición no es una quimera», ha parecido en #PolExt153 y trata el caso de Mauritania, una historia de éxito en la lucha contra la desnutrición infantil, relacionada con más de un tercio de todas las muertes de niños menores de cinco años. Más de 180 millones de niños de los países en desarrollo sufren desnutrición crónica. En Mauritania, gracias al trabajo conjunto del gobierno, las comunidades y organizaciones multilaterales–, se ha conseguido reducir la desnutrición infantil crónica en un 50%. La financiación de la cooperación española, a través del fondo ODM, ha tenido un papel fundamental en este logro.

 

 

Sin embargo, esta historia de éxito –para nada única, véase los casos de Vietnam, Bolivia, Eritrea, pero sí extraordinaria– está en riesgo. La “gran recesión” sufrida por los países desarrollados ha menguado las partidas destinadas para Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). En el caso de Mauritania, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios, el recorte se acerca al 40%. Esta caída de los recursos “amenaza una de las más excepcionales historias africanas de éxito en la lucha contra la desnutrición infantil”, en palabras de Gonzalo Fanjul, autor del artículo de #PolExt153.

Según Fanjul, sería un error ético reducir o cancelar la ayuda humanitaria, poniendo en peligro a un millón y medio de niños, que podrían morir de hambre en los próximos meses. Además, se trataría de un error político. La importancia y el prestigio de España en Mauritania y en la región del Sahel disminuiría notablemente.

El acuerdo entre Política Exterior y Unicef España se apoya en una tesis general. La ayuda al desarrollo produce resultados cuantitativos y cualitativos, tanto para receptores como para donantes. Por ejemplo: en la ayuda a la infancia. En la actualidad, todo ello estaría en riesgo.

España ha reducido sus presupuestos totales de AOD en un 70% en los últimos años, reduciendo el margen de maniobra de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). “Dicho de forma cruda –apunta Fanjul–, desmontar la infraestructura de la ayuda supone renunciar al prestigio, la legitimidad y la influencia vinculados a ella”.

 

Para más información:

Kattya Cascante, Rafael Domínguez, José María Larrú, Iliana Olivié, Javier Sota y Sergio Tezanos, «¿Qué hacemos con la política de cooperación?». Política Exterior 146, marzo-abril 2012.

Pol Morillas, «Crisis, ‘primavera árabe’ y política exterior europea». Política Exterior 149, septiembre-octubre 2012.

Unicef España, «Política Exterior y UNICEF España colaboran para difundir casos de éxito en salud infantil». Artículo, mayo 2013.

OCDE, «Aid to poor countries slips further as governments tighten budgets». Informe, abril 2013.

 

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