POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 202

Centro de vacunación Rabasotho Community Hall en Tembisa (Suráfrica, 23 de junio de 2021). GETTY

Nueva narrativa para el desarrollo

El desequilibrio global preexistente al Covid-19 solo podrá corregirse desafiando la narrativa clásica del desarrollo. África está en el centro de iniciativas novedosas en cuanto a flujos financieros ilícitos y brechas de capital humano.
Cristina Duarte
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En septiembre de 2019, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lanzó un llamamiento a una década de acción para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. “Estamos descarrilados”, advirtió entonces. A principios de 2020, cuando el mundo debía centrar sus esfuerzos en lanzar nuevas iniciativas para acelerar la implementación de la Agenda 2030, nos vimos afectados por la pandemia de una enfermedad por coronavirus para la que ningún país estaba preparado.

El Covid-19 ha tenido un impacto desproporcionado en África. El continente empezó a sufrir sus consecuencias incluso antes de que esta llegara a su territorio, debido a la alteración de las cadenas de valor mundiales. La crisis multifacética derivada del Covid-19 ha revertido años de avances en el desarrollo de África y amenaza la implementación exitosa de la Agenda 2030. Porque, admitámoslo, si África no alcanza el desarrollo sostenible, el mundo no logrará los ODS.

Procurar el desarrollo sostenible en África requiere, sobre todo, un cambio de paradigma, necesario desde hace tiempo y que todavía no se ha producido. Este cambio de paradigma implica, entre otras cosas, que los responsables políticos entiendan que antes de abordar el desarrollo sostenible, deben emprender la financiación sostenible. El desarrollo solo será posible con una financiación para el desarrollo que surja desde dentro, esto es, desde África.

 

Una financiación a largo plazo y endógena

Afirmaciones como esta podrían parecer una simple cuestión semántica, pero no es así en absoluto. La financiación sostenible implica crear las condiciones para una financiación a largo plazo controlada de forma endógena, es decir, no dependiente de actores externos, como es el caso de la ayuda oficial al desarrollo (AOD). El reconocimiento de que la financiación sostenible es la cuestión clave para lograr el desarrollo requiere un cambio de mentalidad y reajustar el enfoque…

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