"Obama quiere retomar el mando en política exterior"

 |  26 de noviembre de 2014

La derrota del Partido Demócrata en las elecciones de medio mandato (midterms) al Congreso de Estados Unidos ha dejado a Barack Obama debilitado de cara a sus dos últimos años en la Casa Blanca. ¿Se ha convertido el presidente en un pato cojo? Preguntamos a John Hudak, ponente en la mesa redonda de FRIDE sobre las elecciones legislativas, por los retos pendientes de aquí a 2016. Hudak es investigador en la Brookings Institution y editor del blog Fixgov.

 

Política Exterior: La política exterior es una de las pocas áreas en las que se espera que Obama use decretos presidenciales, y varios republicanos destacados están a favor de una agenda internacional que promueva el comercio. ¿Cree que en los siguientes dos años se cerrarán los tratados de libre comercio en el Atlántico y el Pacífico?

John Hudak: Creo que los tratados comerciales estarán al frente de la agenda exterior de Obama. En parte, porque Mitch McConnell (el nuevo líder republicano del Senado) ha señalado su interés por trabajar con el presidente en este frente. Existe una diferencia entre lo que McConnell quiere y lo que puede hacer. Pero como los tratados son importantes para generar crecimiento a nivel nacional e internacional, creo que es algo que los republicanos pueden vender a sus votantes. “Sí, trabajamos con Obama: le convencimos de que el libre mercado es importante.”

También creo que el presidente está interesado en retomar el mando de una política exterior que durante el último año ha parecido estar fuera de control, entre nuevos conflictos y crisis sanitarias. Los acuerdos comerciales son importantes para mostrar que el presidente está llevando a cabo esa tarea. (Otra medida, llevada a cabo tras la realización de esta entrevista, ha sido la sustitución de Chuck Hagel, secretario de Defensa desde 2012.)

 

PE: Martin Wolf es pesimista respecto a la posibilidad de frenar el calentamiento global con un Partido Republicano que ni siquiera admite su existencia. ¿Ve alguna oportunidad de progresar en este aspecto?

JH: Este Congreso no apoyará una agenda que se centre en el cambio climático. Por otra parte, hay mucho que el presidente puede hacer en este ámbito, tanto con medidas regulatorias como con acciones ejecutivas. El Congreso a menudo cree que tiene una habilidad mágica para bloquear las acciones del ejecutivo. Pero en la práctica esta habilidad está limitada a dejar a agencias federales sin financiación –cosa que no quiere hacer– y unas pocas cosas más. Lo que Obama haga a través de decretos (como la reciente reforma de la ley de inmigración) será aceptado siempre y cuando el siguiente presidente no lo anule.

 

PE: De cara a las presidenciales de 2016, el Partido Republicano está dividido en política exterior. Neo-aislacionistas como Rand Paul están intentando cambiar la orientación neocon del Partido Republicano, representada por senadores como John McCain y Tom Cotton. ¿Cómo cree que afectará esta división a la campaña electoral?

JH: Una de las mayores fortalezas del Partido Republicano durante los últimos diez años ha sido que hablaba con una sola voz en política exterior. Las diferentes facciones, que existían pero estaban sumergidas, ahora salen a la luz, e individuos con posiciones de influencia como Paul y Ted Cruz defienden posiciones aislacionistas. Esto golpea a los republicanos donde más seguros se sentían hasta ahora. Puede confundir a sus votantes en cuanto a qué cree el partido realmente, y les obliga a defenderse en ocasiones contra sus propias ideas. Es algo que les sucede a los demócratas en su política nacional, y en cierta medida a los republicanos también. Pero ahora les está empezando a ocurrir con su política internacional.

 

PE: A pesar de todo, las encuestas para 2016 pronostican una victoria demócrata. Probablemente de Hillary Clinton, que durante su mandato como secretaria de Estado (2009-2013) destacó por ser más intervencionista que su jefe. ¿Cómo cree que una presidencia de Clinton afectaría a dos puntos de fricción con Europa como son la crisis de Ucrania y los programas de espionaje de la NSA?

JH: En lo segundo, no me hago ilusiones. Es poco probable que una presidencia de Clinton hiciese mucho por cambiar las prácticas de la NSA. Será algo que a Europa le disgustará pero tendrá que tolerar.

En cuanto a Rusia, Clinton tenía una relación eficaz con (el presidente ruso entre 2008 y 2012) Dimitri Medvedév, y casi ninguna con Vladimir Putin. Es decir, que Clinton puede trabajar con algunos oficiales rusos – aunque con Putin a la cabeza, todo pase por poder tratar con él. Entiende que hay diferencias dentro de Rusia, individuos que son moderados y a los que merece la pena apoyar. En ese sentido, espero una política exterior bastante matizada en cuanto a Rusia – no la favorita de los republicanos, tal vez, pero sensata.

Por otro lado, cuanto más dure la crisis, mayor será el riesgo que presente para el resto de Europa. En especial para los países con dependencia energética de Rusia. Creo que se esforzará en neutralizar a Rusia, pero también en buscar otras fuentes de energía alternativas para evitar la dependencia de lo que realmente es un actor inestable a nivel internacional. Es algo en lo que se tendrá que centrar Obama durante los dos años que le quedan, pero también el siguiente presidente.

Fotografía de Ana Valiente – Fride.

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