El optimismo forzado de ambas partes y la forma en que Teherán ha actuado tras el castigo recibido parece indicar un interés generalizado por evitar una escalada regional y retomar la senda de negociación abierta entre Washington y Teherán el pasado mes de abril.

Los bombardeos de tres instalaciones nucleares iraníes tuvieron un efecto inesperado para Donald Trump. El sector aislacionista de su movimiento MAGA le acusó de romper su promesa de que no volvería a implicar a EEUU en nuevas ‘guerras perpetuas’ como las de Irak o Afganistán.

Además de los ambiciosos nuevos compromisos de financiación, la cumbre de la OTAN celebrada hace días en La Haya ha dejado patente el giro radical que ha dado la relación transatlántica, situando a los europeos en una posición complicada frente al presidente estadounidense Donald Trump.

Su inusual apoyo (83%) y el éxito de sus políticas de seguridad han convertido a Nayib Bukele en una celebridad internacional, cuyos métodos ya son referencia para otros líderes de la región. Muchos analistas inciden en el coste democrático e institucional que ya se aprecia en el país.