INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1274

Monumento a una torre de producción de petróleo en la fachada de PDVSA en Caracas. GETTY

La revolución de la devolución

Nicolás Maduro está empeñado en imprimir un sello propio al chavismo, en mitad de una tímida recuperación económica y un incipiente deshielo con Washington. En 2019, el gobierno autorizó la importación de bienes de consumo y levantó el control de precios. En los últimos meses, ha ido un paso más allá, revirtiendo las expropiaciones de Hugo Chávez.
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La reelección de Maduro como presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) –por aclamación, sin debate y sin votación final– ha confirmado lo que era un secreto a voces: Maduro volverá a ser candidato en 2024. La recuperación de la economía, que este año crecerá un 20% según estimaciones de Credit Suisse, hará tal vez innecesario un fraude electoral. Juan Guaidó, el líder opositor más visible, apenas cuenta con un apoyo del 12%, frente al 19% que otorgan las encuestas a Maduro.

En los comicios regionales de noviembre de 2021, el PSUV ganó 20 de las 23 gobernaciones del país y 213 de las 335 alcaldías en unas elecciones que los observadores de la Unión Europea consideraron relativamente limpias. En 2022, la producción petrolera, gracias a la ayuda de Irán, aumentará un 20% después de haberse duplicado hasta los 800.000 barriles diarios en 2021, tras una caída acumulada…

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