Recorrido visual por #PolExt160

 |  5 de agosto de 2014

Os invitamos a un recorrido visual por el último número de Política Exterior: del relevo monárquico en España a los grandes museos y la diplomacia cultural, el nuevo periodo político en Turquía, o la justicia y reconciliación en Ruanda 20 años después del genocidio.

 

“El Estado que Juan Carlos I hubo de defender en sus relaciones internacionales pero también en sus contratos internos, guarda poca relación con el Estado en el que Felipe VI habrá de reinar”. Editorial.

 

Hillary Clinton presenta sus memorias

“Sus retratos de los muchos estadistas que ha tratado durante tanto tiempo no solo son muy acertados, e incluso divertidos, sino que destacan también la influencia que tendría con ellos como posible futura presidenta. Tanto en sus actuales comentarios como en sus memorias, Clinton aparece como una candidata inmejorable. Es difícil pensar qué otra personalidad podría competir con ella para la candidatura demócrata a la presidencia en 2016”. Jaime de Ojeda. La desintegración de Irak: EE UU frente al pasado.

 

Sisi es investido como presidente de Egipto

“De su talante paternalista se deduce una visión de la sociedad eminentemente conservadora, no muy diferente de la de sus predecesores. ‘Si tenéis alguna información sobre algún asunto [sensible], debéis susurrarlo al oído de las autoridades. Si es posible, sin hacerlo público’, exhortó a los principales directores de los periódicos egipcios en una reunión privada, un comentario poco halagüeño para el futuro de la libertad de prensa en el país, y en general, para las libertades individuales. En esa misma plática, afirmó que Egipto no está preparado para un sistema democrático y pronosticó que necesitará ‘al menos 25 años’ para obtenerlo”. Ricard González. Egipto estrena la era Al Sisi.

 

Museo del Prado

«La compleja red de relaciones que forma nuestro mundo globalizado también ha afectado a la misión de los museos hoy día; obligándoles a asumir nuevas responsabilidades. El museo tradicional, localizado físicamente en una ciudad y en un edificio, identificado con el progreso cultural y artístico de una nación, se enfrenta a reconsiderar su papel en un mundo gobernado por las reglas del mercado global y la deslocalización». Miguel Zugaza. Museos y diplomacia cultural.

 

Erdogan, primer ministro de Turquía

«La polarización social y política, que ha alcanzado su apogeo a raíz de las protestas del parque Gezi, podría suavizarse ligeramente si Erdogan cambia de cargo en agosto, ya que sus actuaciones y retórica han sido en parte la causa del distanciamiento. Ahora bien, en este frente no conviene abrigar demasiadas expectativas. Aunque el estilo político de Erdogan causaba preocupación e indignación en un segmento importante de la sociedad, no debemos reducir las causas de la elevada polarización que está viviendo Turquía en los últimos años al tono despectivo y la política de contraposición de Erdogan. Detrás de ella hay factores estructurales e históricos». Galip Dalay. Turquía: ¿nuevo presidente o nuevo sistema?

 

Putin y Oabama

«En realidad, la idea de que una posición firme frente a Rusia será vista por Moscú como una provocación y conducirá a un deterioro aún mayor no se deduce de los hechos. Es más, aunque hay buenas razones para mantener siempre abiertas las vías de la diplomacia, sobre todo en épocas de crisis y tensión, es importante señalar que existe una diferencia entre diplomacia y política exterior. La primera es un instrumento de la segunda, no un fin en sí misma. La cultura política exhibida actualmente por Rusia lleva a creer que solo es posible crear un ambiente constructivo desde una posición de fuerza. El objetivo de la política exterior occidental tiene que ser identificar las vías para alcanzar esa posición. Solo entonces la diplomacia podrá funcionar de forma eficaz». Mark C. Fischer. El desafío de Occidente en Ucrania y más allá.

 

Genocidio en Ruanda

«El gobierno de Kagame decidió someter a juicio a la mayor parte de la población hutu mediante un sistema de tribunales comunitarios (gacaca). […] se basó en dos motivos principales: acabar con la impunidad y fomentar la reconciliación. Sostenía que la participación masiva en el genocidio exigía una justicia masiva. También argumentaba que la máxima rendición de cuentas reconciliaría a los ruandeses. Este planteamiento dio la vuelta al discurso de la reconciliación. Mientras que esta se había empleado con frecuencia para justificar amnistías y comisiones de la verdad (como en Suráfrica), Ruanda la utilizaba ahora para justificar procesos legales en masa». Lars Waldorf. Genocidio, justicia y reconciliación en Ruanda.

 

Paul Kagame, presidente de Ruanda

«Vista la forma de gobernar, tan personal, parece difícil que Kagame acepte retirarse en 2017, por varias razones. La primera, porque en 2020 se deben cumplir los objetivos de desarrollo fijados en el programa Vision 2020, que deben colocar a Ruanda con unos de los mejores indicadores sociales de África. La segunda, porque se presenta como el elemento fundamental para garantizar la estabilidad de una Ruanda que todavía no se ha reconciliado a pesar del discurso de la ‘ruandidad’ y de los programas gubernamentales. En todo caso, la última palabra la dirá el núcleo histórico del FPR, un partido que no va a renunciar a su hegemonía ni a su proyecto político». Antoni Castel. El estabilizador de los Grandes Lagos.

 

Protestas en Brasil durante el Mundial de Fútbol

«Quizá lo más relevante de las manifestaciones no sea el clima de indignación y desconfianza, sino el hecho mismo de que, en un país tan poco movilizado políticamente, familias enteras, incluyendo ancianos y jóvenes, tomaran las calles. ¿Qué significa eso? Más que nada, apunta a que los brasileños nos mantenemos esperanzados y más conscientes y exigentes». Marcel Fortuna Biato. Brasil, un país en protestas y transformación.

 

Thomas Piketty

«Los comienzos del siglo XXI registran de nuevo la alarma sobre la distribución de la riqueza. Esta alerta ha saltado definitivamente al otro lado del Atlántico con la traducción al ingles del libro de Piketty ¿Una segunda Gilded Age o una vuelta a la Belle Époque? El capitalismo en el siglo XXI ha sido una auténtica sacudida moral e intelectual que desencadena el temor de unos Estados Unidos del siglo XXI que recreen aquella Europa aristocrática de rentistas». Luis Alcaide reseña Le Capital au XXIe siècle, de Thomas Piketty.

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